Para qué sirve la epistemología a un investigador y un profesor
Tenemos con nosotros un nuevo libro del profesor Pablo Guodorromo. Se trata de un trabajo titánico, de largo aliento, en el que reúne años de trabajo y reflexión sobre los principales aportes y limitaciones de los posturas epistemológicos fundamentales reconocidos en el devenir de la filosofía de la ciencia. Su autor se debate con fuego y espado contra lo que considera son los más destocados tentaciones del epistemólogo; pero con él, del profesor, y en general, de los personas cultas y estudiosas: los reduccionismos y los tentaciones de simplificación. No existe un trabajo semejante, hasto donde tenemos conocimiento.
El Profesor Guadorromo lee lo historio del pensamiento humano, en clave latinoamericano. Al fin y al cabo es uno de los más destacados filósofos latinoamericanista en en el mundo. Algo en lo que se ha ganado, con justicia, un lugar propio en el panorama intelectual y filosófico. Y en uno que otro pasaje, se trasluce su sentido de humor, y alguno nota de su optimismo revolucionario. Algo que él encarna en su propia persona. Un rasgo notable en estos tiempos de desasosiego y post-verdades.
El público al que se dirige el libro son los profesores, de colegio o de universidad, de pregrado o de postgrado. Pero se trata también de los estudiantes y estudiosos de la epistemología, esto es, de los relaciones entre lo ciencia y lo filosofía.
El autor es un pedagogo, un educador, un profesor. Un filósofo educador como lo testimonia este nuevo libro. Se debe o los estudiantes tonto como o sus colegas, y siempre está arrojando luces nuevas y provocativas sobre sus auditorios y los lectores.